El otro día hablando con un entrenador amigo debatiamos si los chavales en general ya sean chicos o chicas, tienen menos interés en entrenar que hace años. En general los pre-adolescentes y adolescentes tienen poco interés en casi todo lo que les rodea y hay que estar especialmente pendiente de ellos para conseguir sacarles algo positivo. Como en todos los casos hay excepciones pero hoy en día son los más los que van a entrenar y lo único que quieren es jugar pachanga, pasar el rato hablando, bromeando y jugando con sus compañeros, en definitiva, hacer de la pista de baloncesto unos recreativos con un poco de sudor.
Tengo dudas sobre el porque se ha generado esta actitud en la juventud actual y es un tema que los entrenadores deberíamos plantearnos e intentar solucionar, hablando con ellos, haciendo entrenamientos amenos y buscando ganar su atención y sobre todo estableciendo una comunicación casi diaría con los padres para analizar la actitud y comportamiento de los chicos y chicas. Porque no olvidemos, si entrenamos base, nuestro deber no es solo entrenar baloncesto y enseñar recursos técnicos, debemos también ser una parte importante en la educación de los jugadores. Muchos de ellos confían más en el entrenador que en los padres a la hora de hablar o contar sucesos cotidianos de su vida y eso debemos ganarnoslo para que su interés crezca sobre la actividad deportiva.
Para controlar todo lo anteriormente dicho, debemos establecer una serie de normas para aplicar a los entrenamientos que hagan que éstos sean más entretenidos y dinámicos para los jugadores para buscar con ello la mayor motivación para que el resultado sea el mejor posible. Estas normas podrían ser las siguientes:
- Los ejercicios deben ser breves y a un buen ritmo.
- Introducir la competencia en los ejercicios posibles. Que los jugadores compitan entre ellos les motiva a trabajar de forma seria y concentrada.
- Ejercicios de simulación de partidos. Realizar esto una vez a la semana puede significar algo distinto y muy útil.
- Procurar realizar ejercicios divertidos.
- Premiar aspectos como el mejor reboteador, el mejor pasador, porcentajes de tiro... Esto anima a los jugadores a mejorar en aspectos que normalmente no suelen atraer toda su atención como la lucha por el rebote o el pase de balón.
- Realizar los descansos que sean necesarios. Si hacemos descansos cortos seguidos de ejercicios complejos podemos trabajar el poder de concentración de los jugadores.
- Permitir ejercicios opcionales por parte de los jugadores. Que decidan en momentos concretos que ejercicio les gustaría hacer. Por ejemplo tras un ejercicio de ataque defensa premiar al mejor defensor con el ejercicio que el prefiera, etc...
Son pautas simples que bien utilizadas pueden mejorar el rendimiento del equipo de forma considerable.
martes, 18 de marzo de 2008
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2 comentarios:
¿Sabes cual es uno de los principales proiblemas de esos preadolescentes con respecto a las generaciones anteriores?, desde mi punto de vista clar, EL SACRIFICIO.
Antes el jugador se sacrificaba más, se ilusionaba con el deporte ahora lo hacen con la play, antes éramos más responsables porque se nos exigía más, ahora ocurre que en la colegio o instituto se pasa con varias asignaturas suspensas. Tienen al alcance de la mano otros entretenimientos en los que hacen lo que les da la gana (apagar el botón de la consola), y en el baloncesto pretendemos que se impliquen.
Por supuesto que nosotros podemos hacer mucho, este año tengo un grupo magnífico, con 10 jugadores implicados que vienen a trabajar y por ello obtienen muchos premios de la forma que tú comentas, (elegir ejercicios, juegos, etc), perop lo consiguen porque desdee el primer día he quedado claro qué responsabilidad tenían ellos y la aceptaron. Uno de mis compañeros empezó haciendo juegos y permitiendo cada días más risitas, más pachanga y todo eso, ahora casi no van a entrenar y cuando lo hacen se desespera y dice que opor qué no han mejorado como mis chicos...
No podría estar más de acuerdo contigo sobre el porque las generaciones actuales tienen esa actitud. No contemplan el safrificio como algo importante para ningún aspecto de su vida. No reciben exigencias de ninguna parte, los padres y profesores cada día se preocupan menos de ellos. Por eso los entrenadores tenemos la obligación de exigir y educar.
Sobre lo que comentas de tu compañero es cierto que es un riesgo hacer pachanguitas y juegos. Yo no me refería exactamente a eso en las pautas que expliqué, siempre mantendría tensión y excasas veces haría juego de 5c5. Siempre añadiría una dificultad a lo que ellos decidan cuando proponga prácticas opcionales y por supuesto estar siempre encima de ellos para que esten concentrados y trabajen con intensidad.
Creo que son compatibles las pautas con el buen trabajo sin que se deba convertir en algo negativo para el aprendizaje de los jugadores.
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