La FEB no puede volverse loca.

Esta semana nos hemos enterado que Pepu Hernández, actual seleccionador español, ha decidido dejar el cargo tras los próximos juegos olímpicos. No se si será una decisión acertada o no, lo cierto es que este entrenador ha hecho florecer una generación de grandes jugadores como algo más que eso, como un grupo humano y de amigos que compiten por un objetivo común. Cuando se dió la noticia leí por foros y por comentarios de la gente en periódicos futboleros (los mal llamados deportivos) que muchos (ignorantes en su mayoría) decían que no necesitabamos a Pepu, que con esos jugadores cualquiera ganaba, que el entrenador no decide nada en esa selección... Personas en general que no saben que esa misma selección, con diferencia de uno o dos jugadores, ha sido entrenada por varios entrenadores antes sin haber conseguido ningún título y Pepu los hizo campeones del mundo, no lo olvidemos.

Tras esta breve introducción me meto de lleno en el contenido relacionado con el título del post. He leido en varios periódicos futboleros y foros en general que la FEB se está pensando destituir a Pepu antes de los juegos Olímpicos. Espero que eso no sea cierto porque rozaría lo absurdo ya que no se puede destituir a un entrenador que lleva un año preparando un evento tan importante como unos juegos olímpicos a tres meses vista de que éstos se produzcan y más cuando esa decisión es un asunto personal del presidente de la federación quien no se lleva especialmente bien con el actual seleccionador.

Pepu puede haber hecho bien o mal anunciando eso ahora, personalmente creo que ha sido una decisión tan correcta como irrelevante para el desarrollo de los juegos olímpicos ya que estoy seguro que tanto Pepu como los jugadores, llegado el evento, estará al 100x100 centrados en conseguir el objetivo y nadie pensará en lo que pueda pasar más allá. Además que ha dado tiempo a sus jefes para que puedan elegir sustituto y puedan negociar con entrenadores para que una vez terminada la cita olímpica ya pueda ponerse a trabajar el nuevo seleccionador.

Los motivos por los que Pepu ha dejado el equipo nacional ni los sé ni me importan porque es una decisión personal que la gente ajena solo puede respetar (eso va por todos aquellos manipuladores de la información que normalmente escriben sobre pichichis o zamoras y que se creen con derecho a opinar sobre asuntos de los cuales no tienen ni idea solo para disminuir un poco más el nivel de la prensa deportiva en este país) Personalmente si mi equipo en la preparación de un eurobasket en mi país se dedicará a pasearse por toda España como si fuera el circo del Sol solo para sacarse un dinerillo para la federación (que no se aún quien lo habrá visto ya que al menos en la federación Asturiana no se ha visto ninguna mejoría y aquí en Gijón estuvo la plana mayor del circo) me cabrearía bastante. No se puede entender una preparación para un evento que se estaba obligado a ganar como una recaudación de fondos y ese podría ser un buen motivo para que comenzarán a crearse distancias entre la FEB y Pepu.

El señor Saez, presidente de la federación, siempre me ha parecido un hombre correcto y buen directivo y creo que el año pasado tuvo una mala época, seguramente debida al esceso de confianza por creer que tenía al mejor combinado y que éste ganaría sin bajarse del autobús (por suerte estaba Rusia para demostrarnos la realidad de las cosas) y así no vamos a ningún lado. Espero que el señor presidente desde la humildad que, desde fuera, siempre ha parecido caracterizarle, se deje de gilipolleces personales y piense con la cabeza para no hacer daño a un grupo que por primera vez parte como verdadero favorito para alzarse con un título olímpico y al que un cambio de entrenador desestabilizaría de forma grave ante esa cita.

Respetemos a un entrenador que ha dado el único título real al baloncesto masculino español y que tiene antes sí un claro objetivo y que lleva un año preparándose para él, nadie que llegue ahora tendrá esa preparación y todos los datos sobre los jugadores que seguro tiene Pepu y sobre todo, ninguno tendrá el respeto de un grupo de jugadores que, no lo olvidemos, son tan buenos como exigentes y no creo que se traguen un cambio de entrenador a estas alturas. Seguro que sí como profesionales, pero eso llevan siéndolo demasiados años sin ganar nada, solo cuando eran profesionales y amigos ganaron algo y eso fue gracias a Pepu.